- La crítica como forma de orientar al espectador
- Los medios de comunicación de adaptan a las nuevas tecnologías
La mayor parte de las personas
que acuden a las salas de cine siempre se han guiado por sus gustos y por el
rumor que les llega a través de sus conocidos. La crítica de cine ha ido
renegando de su ‘oficio consejero’. Esto se debe a que con las nuevas
tecnologías el público tiene una información más amplia en la red y le capacita
a la hora de tomar decisiones que antes confiaban a los expertos. Los críticos
de cine trabajan haciendo reseñas de los estrenos. Sus críticas tienen un importante
impacto en las películas, especialmente en ciertos géneros cinematográficos.
Los cinéfilos apasionados, a
menudo buscan lecturas que amplíen o complementen la película. Éstos siguen a
los autores que más se acercan a sus gustos cinematográficos, pero a día de hoy
no confían plenamente en los famosos críticos del séptimo arte. “Es difícil
confiar en el criterio de algunas personas, además ninguna creación merece ser
prejuzgada”, opina M.Reyes, cinéfila y apasionada del género de terror.
La crítica de cine tienen más
seguidores que nunca, y muchos espectadores no cinéfilos se han pasado al otro
bando. Esto lo demuestra el gran éxito que poseen los baremos públicos
(Filmaffinity e Imdb). Si la opinión de ambos sectores se junta y es negativa,
su influencia llega a condicionar a una parte del público que puede variar los
resultados de taquilla.
“La crítica no debería servir
para guiar al espectador al cine, tendría que abrir su perspectiva después de
salir de la sala, ayudándole a reflexionar sobre lo visto”, aclara Antonio
Sempere, crítico y profesor de la UMH. Una opinión, aunque esté bien
argumentada, no basta para constituir una buena crítica y orientar al
espectador hacia ciertas películas. Es más, existe lo que se llama ‘crítica
vacía’, se trata de elogiar al film sin importar cómo hayan sido criticadas.
Estos elogios suelen aparecer en la publicidad de la película. Generalmente
suelen ser frases como ‘Espectacular’, ‘Fantástica’. Como cualquier otro texto
de ensayo, debe aportar cierta originalidad y un conocimiento que enriquezcan
al lector y así cumplir con su función
literaria.
Actualmente existen infinidad de
medios y blogs dedicados a la crítica de cine. La mayoría de los medios creen
que los ‘nuevos críticos’ deben amoldarse a las demandas de la audiencia y que
a ésta lo que le interesa es lo que le afecta. En internet los criterios
periodísticos siguen vigentes debido a que un gran porcentaje de la población
se siente identificada en los blogs, ya que son redactados por personas semejantes a ellas que, ocupando el
papel de’ periodistas’, pueden llegar a ser tan conocidos como los
profesionales. El punto negativo de estos nuevos medios de comunicación es que
en ocasiones los valores de noticiabilidad no están establecidos. El periodismo
cinematográfico también ha tenido que especializarse en profundidad y adaptarse
a estas demandas. La interacción es el requisito principal ya que el público
quiere formar parte del contenido. “En
un blog es posible opinar sobre la crítica del autor o debatir sobre la película en cuestión”,
explica Sánchez, usuario de Blogdecine.com “Se escribe de manera más informal
como si estuvieras entre amigos”, añade.
Los medios de comunicación que se
adaptan a la nueva era siguen vigentes porque tienen características propias de
las que carecen los blogs. Poseen una brisa de notoriedad y mantiene un público
fiel, satisfecho. Pese a los cambios, los medios tradicionales siguen siendo
más leídos que los blogs, “Internet es un océano y los usuarios acaban
recalando en los medios tradicionales”, comenta María Guerra presentadora del
programa de cine La Script en la Ser.
Para Guerra, solo los
profesionales poseen la experiencia y el conocimiento para tratar la
información correctamente, a parte del acceso a las fuentes conseguido gracias
a un medio potente que les respalda: “Yo
no soy una gran defensora del crítico profesional pero sí del informador
profesional”.
Pero “no todos los críticos profesionales tienen el título de periodismo. De
hecho, a veces la gente con otro tipo de estudios puede aportar ángulos muy
interesantes respecto a la crítica”, argumenta Sempere. Como él, la mayoría
coincide al anotar qué hace falta para poder escribir una crítica: un gran
conocimiento del cine, haber leído otras críticas y aportar un toque personal
que te distinga de las otras.
Las voces de ambos medios
coinciden en que no existe un verdadero conflicto entre blogs y medios, pues la
coexistencia crea una diversidad de opiniones que resulta enriquecedora. Quizá
la competencia llegue cuando el contenido digital se extienda aún más y los
anunciantes puedan ofrecer un salario digno a los bloguers que tengan más éxito
en la red. El dinero marca la diferencia entre trabajar para un medio y hacerlo
en un blog. “No conozco ningún blogger
que pueda vivir de ello todavía”, afirma Carlos Loureda.
Los blogs están en proceso de
normalización. Un ejemplo de ello puede encontrarse en los seguimientos de
festivales de cine que realizan ‘Blogdecine.com’ y otros blogs populares,
gracias a las acreditaciones que reciben, muestra de que se les toma en cuenta.
Hace bien poco la situación no era la misma. En 2008, les fue denegada la acreditación al festival
de Sitges por no considerarles serios ni competentes. También se demuestra este
proceso en la presencia, cada vez más numerosa, de las entrevistas a artistas y
profesionales del cine que se relacionan con ellos para promocionar sus
películas o simplemente para dar a conocer sus gustos y proyectos.
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